¿Impresión 3D con luz y sonido? Así se están creando órganos humanos

La impresión 3D ha dejado de ser solo una herramienta para prototipos, diseño industrial o packaging personalizado. Hoy, se convierte en protagonista de uno de los avances más prometedores en medicina moderna: la creación de órganos funcionales mediante una técnica que combina luz, sonido y precisión milimétrica.

Según reporta New Scientist, investigadores de la Universidad de Melbourne, liderados por el ingeniero biomédico David Collins, han desarrollado un método revolucionario que permite generar réplicas orgánicas con una velocidad y detalle sin precedentes. Este avance no solo abre nuevas posibilidades para el estudio de enfermedades, sino que también permite crear modelos específicos de órganos para evaluar medicamentos de forma personalizada.

¿Qué hace diferente a esta técnica?

A diferencia de los sistemas tradicionales de impresión 3D que construyen capa por capa sobre una base sólida, esta nueva metodología —denominada impresión en interfaz dinámica— elimina la necesidad de una superficie rígida. En su lugar, se utiliza un tubo hueco con aislamiento que se introduce en una solución de resina líquida. Gracias a un sistema de aire presurizado y proyección de luz, las estructuras se solidifican sin contacto directo, flotando libremente en la resina.

Este enfoque permite imprimir con precisión a nivel celular, alcanzando resoluciones de hasta 15 micrómetros. Además, se incorporan vibraciones mediante parlantes que aceleran el proceso de curado, logrando una velocidad de impresión de 0.7 milímetros por segundo, cinco veces más rápida que el récord anterior.

¿Por qué importa esto en el mundo de la impresión?

Para quienes trabajamos en impresión y diseño, este tipo de avances redefine lo que entendemos por “impresión funcional”. La técnica de interfaz dinámica resuelve limitaciones clásicas como la rigidez de materiales, la lentitud de procesos ópticos y la dificultad de trabajar con estructuras blandas o biológicas. Es una muestra clara de cómo la innovación en impresión puede impactar directamente en sectores tan sensibles como la salud.

Mientras tecnologías como la litografía axial computada y la xolografía intentan acelerar los ciclos de impresión volumétrica, esta nueva propuesta elimina la necesidad de bases sólidas y permite imprimir objetos flotantes con libertad estructural. Esto es clave para la ingeniería de tejidos, el cultivo celular y la medicina regenerativa.

Aplicaciones médicas con impacto real

La bioimpresión 3D personalizada podría reducir drásticamente los tiempos de espera para trasplantes, minimizar el riesgo de rechazo y ofrecer soluciones adaptadas a cada paciente. Desde modelos de órganos para pruebas farmacológicas hasta tejidos funcionales creados a partir de células propias, el potencial es inmenso.

En nuestro negocio de impresión y diseño, seguimos de cerca estos desarrollos porque creemos que la frontera entre lo técnico y lo biológico se está desdibujando. Y eso nos inspira a pensar más allá del papel, más allá del plástico, más allá del diseño convencional.